“El valor de un Estado no es otra cosa que el valor de los individuos que lo componen”. John Stuart Mill.
Hace poco leí un artículo en eleconomista.es en el cual el economista y profesor de la Universidad de Yale Robert Shiller proponía que "Los países deberían poder emitir acciones además de deuda" y que el pago de dividendos sería en relación a la evolución de los ingresos y la producción de los Estados.
Hay una diferencia entre el Estado y la empresa privada en la captación de sus fondos:
- Los Estados participan en el mercado de renta fija mediante la emisión de Títulos de deuda: letras del tesoro, bonos y obligaciones del Estado. Los inversionistas prestan el dinero a los gobiernos y perciben un interés hasta el vencimiento de la deuda.
- Las empresas privadas participan tanto en el mercado de renta fija como en el mercado de renta variable emitiendo Títulos de Valores: acciones y bonos. Los inversionistas que compran acciones se denominan accionistas son dueños de los activos de la empresa, en cambio los que compran bonos adquieren parte de la deuda de la empresa.
La idea de este economista es brillante pero no concuerda con la esencia de los Estados de ser entes reguladores, además peligrarían su soberanía pues como pasa en las empresas los accionistas mayoritarios tienen más poder de decisión.