Un país con una economía abierta es aquel que tiene nexos comerciales y financieros con otros países.
Estos nexos quedan reflejados en la Balanza de Pagos en la cual se anota el resumen de las transacciones realizadas con el exterior en un periodo de un año.
En la Balanza Comercial quedan reflejadas las exportaciones (ventas) e importaciones (compras), si las ventas son mayores que las compras se dice que existe un superávit comercial y lo inverso un déficit comercial.
La parte mala de una economía abierta es que está sujeta al comportamiento de los mercados.
Por ejemplo el tema de la semana: Argentina que ha expropiado a la empresa Repsol YPF el 51% de las acciones, debido a que según el gobierno a pesar de tener yacimientos de gas y petróleo, Argentina tenía que importar esos recursos.
La primera reacción de los mercados fue el desplome de las acciones de Repsol, España con respaldo de la Unión Europea ha dado a entender que no importaran productos Argentinos aunque en tema de exportación la Unión Europea no es el principal destino de sus productos a exportar, los inversores en Argentina están nerviosos y podría generarse una fuga de capitales causando mucha incertidumbre y desconfianza en Argentina.
Esperemos que este incidente no tenga repercusión en la floreciente economía Latinoamericana.