El pánico se ha apoderado de la Eurozona en la últimas dos semanas, España y Grecia están en el punto de mira ya no sólo de los mercados, sino también de los ciudadanos, pues con pronósticos negativos como el del premio nobel de economía Paul Krugman quien cree que el fin del euro será una realidad a muy corto plazo con la salida del euro de Grecia que implicaría una fuga masiva de capitales en España e Italia lo que conllevaría a un corralito (el gobierno define una cantidad mínima de retiro de dinero a los clientes de los bancos para evitar que éstos retiren masivamente y colapse el sistema financiero).
Es inevitable no creer a este señor, en Grecia están cada día más escépticos, la desconfianza, inestabilidad política y miedo a las consecuencias de la posible salida del euro, ya ha tenido sus primeras reacciones: desde el 7 de mayo hasta la fecha los griegos han retirado de los bancos más de 1200 millones de euros.
En España, aunque los responsables de Bankia han desmentido la noticia, ha tenido el mismo efecto después de la nacionalización de BFA-Bankia: los clientes de esta Entidad han retirado 1000 millones de euros, cuando Bankia salió a bolsa en julio de 2011 la cotización era de 3.75 euros y hoy día el precio de mercado de la acción cayó hasta 1,17 euros aunque ha cerrado con 1,42 euros.
Estos acontecimientos han influido en la subida de la prima de riesgo española a los 500 puntos básicos (el cálculo de la prima de riesgo es la diferencia entre la rentabilidad de los bonos alemanes y españoles a 10 años), aunque según los analistas a corto plazo España estaría lejos de ser rescatada por que la rentabilidad de sus bonos a corto plazo están por debajo de las rentabilidades de los países rescatados, adjunto gráfico para mayor ilustración:
El corralito lo vamos a generar nosotros mismos por el pánico a perder nuestro dinero, muchos ciudadanos están retirando su dinero para destinarlos a abrir una cuenta en Alemania o Francia, abrir una cuenta en otro país ajeno a la Unión Europea con otra divisa como Suiza, Estados Unidos, etc., o al estilo de los antiguos guardar el dinero debajo del colchón, lo que no saben es que de todas formas si el euro desaparece y se regresa a las monedas originales, sus ahorros ya sean en euros o divisas se devaluarán por la devaluación de las nuevas monedas, además no sabemos el impacto que tendría si esto sucediese con las economías de los países ajenos a la Unión Europea porque con la globalización todas las economías están interconectadas.
Esperemos que el Banco Central Europeo haga los deberes y salga a comprar deuda española para apaciguar la incertidumbre generada y que los gobernantes españoles en vez de decir que ya se ha hecho todo lo que se tenía que hacer, sean más creativos y encuentren soluciones para que España llegue a ser competitiva porque en caso de que España salga del euro sin nada que exportar y la incapacidad de crear otros sectores productivos que no estén ligados al ladrillo y al turismo, le será muy difícil recuperarse, aunque no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista.