Muchas cosas han pasado en España desde la última vez que escribí en el blog, la prima de riesgo ha bajado, Rajoy sigue deshojando margaritas pensando si acepta o no el rescate, el IVA ha subido, Cataluña ya no quiere ser parte de España, etc.
Pero de todos los problemas que tiene el país, el principal tema a resolver sería el desempleo, cada mes el paro se incrementa más, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social hasta el mes de agosto habían 4 625 600 millones de parados, un gasto acumulado por desempleo de 23 594 millones de euros, cifra muy próxima a los 28 805 millones de euros presupuestados en el Presupuesto General del Estado para este año.
En España se tiene un grave defecto que es la aversión al emprendimiento, gracias a los obstáculos que se generan para montar un negocio y a la obligación de cotizar el pago de autónomo desde el primer día que inicias tu actividad aunque no tengas clientes, a la gente no le queda otra opción que soñar con ser funcionario, trabajar en hostelería o en construcción.
Aunque existe la posibilidad de poder facturar sin cotizar a la seguridad social como persona física dándote de alta en Hacienda a través del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), esto sólo es aceptado cuando tu actividad es de forma eventual, sin embargo se presta a muchas conjeturas, la gente por miedo a ser multada prefiere seguir cobrando en negro, evitando que el Estado recaude IVA e IRPF.
Según datos de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) hasta el mes de agosto estaban dados de alta 3 050 085 autónomos, pero con una cotización media de 254 euros el ingreso a la Seguridad Social fue un poco más de 6 mil millones de euros, una cifra notablemente inferior a los gastos por prestación por desempleo.
Mi propuesta para estimular la economía española es muy simple:
1. Solución al desempleo:
La persona física que desee trabajar por cuenta propia y empiece desde cero, no debería cotizar en la seguridad social pero sí sería requisito indispensable estar dada de alta en el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE).
Esto incentivaría a muchos desempleados a autoemplearse, generar sus propios ingresos, ganar experiencia y clientes.
Cuando estas personas consigan una facturación anual importante y constante, entonces se les exigiría formalizar su situación como autónomo dándose de alta en la seguridad social y demás obligaciones que debe cumplir un empresario.
El objetivo no es sólo el autoempleo sino la consecuencia favorable de que en un futuro este emprendedor genere empleo contratando personal.
2. Punto 1 soluciona el incremento del IVA e IRPF:
Sabemos que la subida del IVA no generó más ingresos a las arcas del Estado, sino que ha estimulado el crecimiento de la economía sumergida.
Si se aplicara el punto uno, el Estado no necesitaría incrementar estos impuestos, más bien deberían bajarlos para poder incentivar a que las personas facturen y declaren el IRPF.